El rol de representación no significa sustitución sino un permanente esfuerzo por concertar puntos de propuestas y actuar de manera concertada. También, incrementar el número y calidad de sus asociados y aliados, ampliando la cobertura y representatividad de los participantes.

Generar servicios de gran valor agregado para sus asociados y población objetivo, maximizando el uso de todos los recursos disponibles.

Prestar servicios útiles y apreciados por la población objetivo y asociados, tanto fuera como dentro de la Asociación.

En un contexto de cambios rápidos y de desarrollo tecnológico permanente, consideramos que –en la labor de la Asociación– es de primera prioridad la creación de conocimiento desde la sistematización de las experiencias de desarrollo, con el agregado de originalidad.

Asumimos que son las personas los elementos decisivos del éxito de la Asociación, fortaleciendo las capacidades de los técnicos, los asociados y de los aliados.

La provisión constante de recursos financieros al presupuesto institucional es garantía de continuidad y permanencia de la Asociación y de su rol.

Las organizaciones rurales andinas, como representantes del sector permanentemente desfavorecida por las políticas públicas, requiere ella misma ser protagonista de su cambio.

Tenemos el reto de ser voz calificada y reconocida por las instancias del Estado, los actores sociales rurales, la cooperación internacional, al ampliar la calidad e impacto de nuestras propuestas técnicas viables, con servicios apreciados y calificados en la toma de decisiones acerca de la ruralidad andina.